El 45,3% de las empresas en Latinoamérica sufrió un ciberataque en los últimos tres años
Por tercer año consecutivo, VU Security, empresa de ciberseguridad con foco en la prevención de fraude y protección de la identidad, elaboró un informe para conocer la percepción tanto de usuarios como de líderes corporativos respecto a las tendencias, los alcances de la Internet de las Cosas y la detección de potenciales riesgos, con el objetivo de entender la visión de los usuarios frente a los ataques actuales.
Al mismo tiempo, permite conocer detalles acerca de la frecuencia con la que ocurren los fraudes, si hay sectores encargados de la ciberseguridad en las compañías, y cómo reaccionan éstas cuando surgen.
El informe se basa en las respuestas de ejecutivos, gerentes y técnicos de más de 16 países, incluyendo Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay.
El 45,3% de las organizaciones participantes asegura haber sufrido al menos un ciberataque en los últimos tres años. Entre ellos aparecen, en primer lugar, elphishing con 51,9%, en segundo lugar, el malware con 49,1%, y, en tercer lugar, el ransomware con 38%.
Según el 32,4% de los encuestados, los sectores más afectados por los ciberataques y brechas de ciberseguridad son la imagen de marca y su reputación. El 29,8% piensa que este tipo de ataques tiene consecuencias negativas sobre las finanzas de la empresa y finalmente, el 24,4% cree que el mayor impacto se da sobre las operaciones. Mientras que esta tendencia se mantiene a lo largo de todos los países, los encuestados en Ecuador y Guatemala expresaron su creencia de que los ataques tienen más impacto sobre las finanzas que sobre la imagen y reputación de la marca.
Sin embargo, sólo un 9,2% de las víctimas de ciberataques admite haber perdido clientes como resultado, una tendencia que se mantiene constante en todos los países participantes.
Teniendo en cuenta que el phishing es el ataque más común, desde VU se busca resaltar la cada vez mayor importancia de la prevención de fraude y la protección de la identidad. Por lo que es fundamental averiguar cuáles son las peores vulnerabilidades y cómo cuidan los usuarios su seguridad cibernética. El 41,3% de los participantes coincide en mencionar a los dispositivos móviles como los más vulnerables frente a amenazas online, sumado al hábito de los usuarios de compartir contraseñas y señales de acceso, que un 65,8% de los encuestados considera que representa los mayores riesgos de seguridad.
Hoy en día las redes sociales tienen un gran protagonismo en la vida de las personas. «Es por ello que durante el estudio consideramos importante evaluar también cuál es la percepción de los encuestados respecto a los ataques a través de dichas plataformas», señaló Sebastián Stranieri, CEO de VU. Al consultar cuáles son las estafas más frecuentes, el 61,8% considera que la modalidad principal son las ofertas falsas para unirse a nuevos grupos o participar en eventos y el 50,7% hizo referencia a las aplicaciones falsas.
«El aumento exponencial de los dispositivos interconectados es un tema clave y sensible en materia de seguridad», explicó Stranieri. En el reporte, VU Labs comprobó que el 29,9% de los encuestados considera que el principal riesgo tiene que ver con la accesibilidad del dispositivo a la información sensible de los usuarios. Mientras que el 24% hace referencia a la falta de legislación con respecto a las medidas de seguridad que deben tener dichos dispositivos. Por otro lado, el 19% percibe la suplantación de la identidad del usuario como un riesgo.
El estudio demostró que las percepciones de los encuestados con respecto a la ciberseguridad, sus desafíos y amenazas se mantienen constantes en todos los países, con muy pocas excepciones que se detallan en el informe completo.
«A través de la realización del reporte el objetivo es brindar perspectiva actualizada del estado de la ciberseguridad en América Latina», aseguró Stranieri. «Esperamos que éste sea de utilidad para los ejecutivos de las región para que puedan adaptar las soluciones de seguridad digital, mantenerse a la vanguardia de los cambios y ofrecer servicios actualizados para hacer frente a las nuevas amenazas, y brindar soluciones que garanticen la protección de la identidad del ciudadano, ayuden a prevenir fraudes y fomenten la inclusión financiera», concluyó.