La forma más rápida de conectarse a la nube es bajo el agua

Existe un intenso debate público sobre la resiliencia de la infraestructura de cables submarinos para la transmisión de internet. Esto se ha visto impulsado por el aumento de la cobertura mediática sobre interrupciones, sumado a una creciente intolerancia a las interrupciones debido a los requisitos de rendimiento de baja latencia asociados a las aplicaciones modernas basadas en la nube, ricas en datos, y a la dispersión geográfica de los usuarios.
Pero para poner en contexto lo que estamos escuchando: no se trata de poner a prueba cables submarinos.
Han sido probados durante mucho tiempo. Ninguna ruta de cable es inmune a las interrupciones. Por eso hoy en día existen diversidad de rutas y múltiples cables y rutas redundantes, y se siguen construyendo.
Esta lógica arquitectónica no se limita al dominio submarino: se aplica también a la transmisión terrestre.
Tanto las rutas de cables submarinos como las terrestres se enfrentan a desafíos similares. Ambas pueden ser susceptibles a roturas: por ejemplo, los cables submarinos, debido a barcos que arrastran anclas durante una tormenta, la pesca comercial o un sabotaje; y los cables terrestres, durante trabajos pesados ??de movimiento de tierras o excavaciones para cables subterráneos, o por vehículos de gran altura y peligros como vientos fuertes en el caso de cables que se extienden sobre postes de electricidad.
En todas estas circunstancias, poder localizar la falla y movilizar un camión (en el caso de la red terrestre) o desplegar un buque de reparación de cables (en el caso de la red submarina) es fundamental para restablecer la capacidad de forma oportuna. La combinación de detección de fibra óptica y monitorización integral del estado de la red facilita este proceso de identificación y cobra mayor importancia a medida que la infraestructura de cables subterráneos, aéreos y en el lecho marino continúa multiplicándose.
Tan importante como la identificación de fallas es que existen alternativas para que el propietario del cable y los usuarios puedan enrutar temporalmente y automáticamente un cable de fibra óptica dañado y mantener la continuidad del servicio y las operaciones. Idealmente, para los usuarios, esto se logra a costa de solo unos pocos milisegundos adicionales en el rendimiento de ida y vuelta.
En este caso, se podría decir que las rutas submarinas muestran mayores características de resiliencia y potencial futuro que otras opciones de transmisión.
Más cables significan más opciones de ruta
Se está desplegando infraestructura de cable submarino para el enrutamiento de tráfico nacional e internacional, con interconectividad entre ambos. Esto aumenta significativamente el número de rutas disponibles para el tráfico.
Australia, por ejemplo, cuenta con un cable submarino que recorre el extremo superior del océano Atlántico (Top End), conectando dos estados con ramales a plataformas petrolíferas marinas. Otro operador está construyendo un cable submarino que conecta varias capitales en la costa sur. Estos sistemas de cable se habrían tendido anteriormente por tierra, especialmente por tierra. A medida que estos cables submarinos nacionales se interconectan con cables internacionales, aumentará notablemente el número de rutas disponibles para el desvío del tráfico, especialmente a medida que más países utilizan cables submarinos en rutas nacionales o transnacionales.
La construcción de nuevos cables en rutas internacionales también continúa creciendo a un ritmo acelerado, reflejando la cambiante demanda de datos y la nube, especialmente en la era de la IA. La infraestructura de IA, como las GPU, requiere un uso intensivo de recursos computacionales. Por ello, muchas organizaciones optan por ejecutar cargas de trabajo de IA como servicio en infraestructura en la nube, lo que puede ofrecer ventajas en términos de escalabilidad, rendimiento y costos. La única vía de acceso a la nube es a través de una conexión de red, y la forma más rápida de establecer esa conexión de forma consistente es mediante una infraestructura de fibra submarina.
Resiliencia en exhibición
Los ingenieros de redes han aprendido de interrupciones anteriores a minimizar los puntos únicos de agregación o fallo en sus topologías de red. La lección suele ser contar con «más de un» dispositivo como respaldo para mantener la resiliencia. Esta mentalidad también está creando una red cada vez mayor de cables submarinos que cruzan el mundo y que es cada vez más tolerante a fallos para la conectividad y la prestación de servicios, incluso ante problemas cada vez más complejos.
Dos ejemplos que demuestran un claro progreso aquí:
En primer lugar, varios cables en África Occidental se vieron afectados simultáneamente por estas fechas el año pasado. Microsoft, cuyos servicios se vieron afectados, había previsto y planificado un incidente que involucrara varios cables, y logró sortear con ingenio una «tormenta perfecta» de cortes y fallos de equipos, manteniendo al mismo tiempo la disponibilidad de los servicios al cliente. Este es el principio de malla en funcionamiento.
Un segundo ejemplo es que las zonas del mundo donde no existen opciones submarinas redundantes, y la transmisión de respaldo es competencia de satélites geoestacionarios o de órbita baja, están disminuyendo. El ejemplo más común de fallo de una sola ruta es el de Tonga, cuyo cable submarino con el mundo exterior fue cortado por una erupción volcánica en 2022, lo que provocó graves problemas de comunicación. Sin embargo, tan solo dos años después, se está desplegando un segundo cable mediante un ramal a un sistema de cable existente. Esta inversión demuestra una vez más el valor de contar con múltiples cables. Si bien los satélites son muy aplicables y, en ocasiones, se prefieren en algunos casos de uso, el respaldo más fiable a un cable de fibra existente es otro cable de fibra.
A medida que se instalan más cables, esta red genera beneficios mucho más amplios para el mundo conectado. Esto es así por diseño. Los elementos centrales de Internet debían ser ágiles y resilientes. Esto se logró mediante sistemas autónomos que interoperan, pero que también pueden mantener la continuidad si falla un sistema. Dado que Internet está diseñado intrínsecamente para la resiliencia, es lógico que su infraestructura subyacente siga estos principios.
Con cada nuevo cable tendido, el ecosistema submarino se vuelve cada vez más resiliente. Esto permite mantener la conexión a Internet y el flujo de datos, satisfaciendo así los requisitos clave tanto de los objetivos empresariales como de los operadores de red.
(datacenterdynamics.com)
Les estaremos informando con mucho más detalle, en el marco del informe especial: “Soluciones y productos de infraestructura para edificios y ciudades inteligentes (Sistemas BIM y BMS), POL (Passive Optical LAN). Seguridad integrada, video vigilancia y control de acceso. Casos de uso y aplicabilidad de cada solución y producto, incluyendo la colaboración digital (relacionado a realidad virtual sistema BIM) (Gemelos digitales). Buenas prácticas ambientales.», que estamos preparando para nuestra edición 216 y publicaremos en el mes de julio.
Mantente conectado a nuestra revista Channel News Perú, haciendo clic aquí y suscribiéndote a nuestro newsletter para contenido de valor diario.
