El ‘cloud banking’ duplica su tamaño desde 2020 y alcanzará los 72 billones en tres años

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Ante el rápido desplieguede la inteligencia artificial, las entidades financieras apuestan por almacenar sus datos y sus aplicaciones en la nube. La tendencia del cloud banking se encuentra en plena consolidación al favorecer el ahorro de costes, la escalabilidad de las soluciones tecnológicas —un recurso clave, sobre todo en los bancos más grandes— y el aprendizaje automático. El mercado global de la banca en la nube ha más que duplicado su tamaño desde 2020, al pasar de un valor de 18 billones a 40 billones el año pasado, según un informe del banco de inversión Houlihan Lokey. Y el crecimiento en los próximos años seguirá a velocidad de crucero: en 2027, se prevé que alcanzará los 72 billones, casi el doble que el valor actual.

La tecnología cloud lleva unos años optimizando los procesos de trabajo en varias industrias. La computación en la nube es una de las tendencias tecnológicas con mayor índice de adopción entre las empresas y logró captar una inversión de 118.000 millones de dólares en 2022. La industria financiera destaca entre las que más podría beneficiarse de la tecnología en la nube: en 2030, su EBITDA (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) se elevaría en 253.000 millones de dólares gracias al cloud, de acuerdo con los datos de la consultora McKinsey.

La migración a la nube es un mecanismo que las firmas pusieron en marcha hace alrededor de 10 años. Sin embargo, las grandes instituciones financieras aún se apoyan en programas de software que a veces son de hace 15 o 20 años, señala Mark Fisher, director general de FinTech en Houlihan Lokey y autor del estudio. «Lo que los bancos han estado haciendo para mejorar la eficiencia y reducir costes es seguir añadiendo capas de nueva tecnología. Pero entre el 60% y el 70% de su enorme presupuesto en tecnología se destina a mantener los sistemas existentes y hacer actualizaciones generales, mientras que muy poco se gasta en innovación», agrega.

Ante una tecnología en tan rápida evolución, las entidades prefieren proceder con cautela. De hecho, casi la mitad de los directores financieros carecen de visibilidad sobre cuánto gastarán sus empresas con respecto a los servicios adquiridos a proveedores externos, advierten las cifras recogidas por Houlihan Lokey. A pesar de la incertidumbre, todo el sector bancario va encaminado en la adopción de esta tecnología.

Santander puso en marcha en 2023 la migración a la nube de su negocio para clientes corporativos e institucionales (Corporate & Investing Banking) a través de Gravity, plataforma desarrollada por el mismo banco. La entidad presidida por Ana Botín fue la primera del mundo en digitalizar con software propio el core bancario, es decir, donde se procesan las principales transacciones financieras. Actualmente, ha migrado a la nube más del 90% de la infraestructura tecnológica del Grupo.

Migración a distintos ritmos

En la misma línea, hace dos años, BBVA empezó a trasladar al cloud de Amazon Web Services algunas operaciones de su área de banca corporativa e inversión, además de migrar sus servicios de atención remota al cliente en España y América Latina mediante un acuerdo con Genesys, lo que permite reducir la espera de los usuarios y acortar el tiempo de respuesta.

En el marco de su plan estratégico 2025-2027, CaixaBank ha lanzado el plan Cosmos para canalizar 5.000 millones en inversiones tecnológicas, que incluyen, entre varias palancas, acelerar la hoja de ruta cloud «mediante una infraestructura tecnológica más escalable, resiliente y automatizada». «De esta manera, se conseguirá reducir el tiempo de despliegue de nuevas infraestructuras y acelerar la puesta en marcha de nuevos proyectos», advierten desde el banco.

Los bancos avanzan a distintos ritmos en la adopción de la tecnología cloud. Y aunque según Fisher la mayoría de ellos están preparados, en sus procesos de migración se enfrentan a la complejidad de lo que ya tienen instalado. «Aportar algún cambio probablemente implica la colaboración entre muchos departamentos diferentes dentro de un banco: suele haber una dirección de operaciones en diferentes zonas geográficas, muchos especialistas en tecnología, muchos centros de datos. Es un proceso largo, pero si son capaces de alinear todos sus intereses y tomar una decisión, hay un gran beneficio al hacerlo», anota.

(eleconomista.es)

Les estaremos informando con mucho más detalle, en el marco del informe especial: “Soluciones y productos de infraestructura para edificios y ciudades inteligentes (Sistemas BIM y BMS), POL (Passive Optical LAN). Seguridad integrada, video vigilancia y control de acceso. Casos de uso y aplicabilidad de cada solución y producto, incluyendo la colaboración digital (relacionado a realidad virtual sistema BIM) (Gemelos digitales). Buenas prácticas ambientales.», que estamos preparando para nuestra edición 216 y publicaremos en el mes de julio.

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