¿Por qué migrar al protocolo IPv6 de internet?
Entre todos los aprendizajes que ha generado la actual pandemia, algunos buenos y otros no tanto, uno que ha quedado en las organizaciones es que la infraestructura de la red es fundamental para asegurar el funcionamiento de su negocio; y para tenerlo siempre activo y funcionando, internet es imprescindible. Tener un mejor servicio implica estar en la vanguardia tecnológica en equipos, proveedores y atributos de las redes, pues de esto depende el correcto y óptimo funcionamiento de su conexión, por tal motivo es necesario entre otros aspectos migrar al protocolo IPv6.
Para que un dispositivo sea reconocido en internet y pueda transmitir y recibir información se requiere un identificador denominado dirección IP (Internet Protocol). Esta dirección única ha venido siendo definida, desde los inicios y posterior masificación de internet, por el Protocolo IPv4, que cuenta con poco más de 4,000 millones de direcciones que en el momento de su creación se pensaron serían suficientes para lo que se conocía como internet.
El mundo ha cambiado desde 1981 cuando fue su definición, cada día estamos más conectados y tenemos más dispositivos queriendo acceder a internet, generando que esta cantidad de direcciones resulten insuficientes para soportar la demanda exponencial de tecnología. En 2005 el 16% de la población mundial accedía a internet y para 2020 este número ya alcanza el 59.5%, pensando que cada persona tiene una laptop, teléfono móvil, tableta, entre muchos otros dispositivos, y sobre todo en usos como el internet de las Cosas (IoT) y Smart Cities, que demandan un alto número de dispositivos conectados, lo que hacía necesario buscar una solución al agotamiento de las direcciones.
«El anterior protocolo ofrecía un rango de 4,300 millones de direcciones IP que son insuficientes para la cantidad de dispositivos que, a hoy, y sobre todo en el futuro, se van a conectar a internet. El protocolo IPv6, que empezó a ser desarrollado en 1998 y se definió como estándar en 2017 dejando obsoleto al protocolo IPv4, tiene la capacidad de albergar 340 sextillones de direcciones, lo que significa que, para una población de 6,000 millones de habitantes, cada uno podría tener hasta 5.6×1023 direcciones asignadas, resolviendo el problema del agotamiento de direcciones necesarias para estar conectados. Adicional a esto, el protocolo IPv6 tiene otras grandes ventajas como el de mejor velocidad de acceso a los contenidos web y mayor seguridad, dos de los pilares del internet moderno, e incluso un menor costo pues evita la compra de direccionamiento y equipos de red adicionales para acceder a este», explicó José Miguel Poveda, Product Manager de Conectividad de InterNexa.
El Registro de Direcciones de Internet de América Latina y Caribe (LACNIC) alertó desde 2013 el agotamiento de este recurso, pronosticando que la última solicitud de lista de espera de espacios IPv4 serán recibidos en noviembre de 2023, sin embargo y dado el creciente acceso a internet, LACNIC anunció que el último recurso de IPv4 fue asignado en agosto de 2020; razón por la que se hace necesaria la adopción y rápida migración al protocolo IPv6 que permite alcanzar un número casi infinito, para que las empresas no frenen el crecimiento de su negocio por falta de las direcciones de red.
Por lo expuesto anteriormente, la empresa destaca cinco de las razones para migrar a la versión 6 del protocolo de internet, destacándose por ser más segura y veloz.
- Más dispositivos conectados: posibilidad de habilitar nuevos y mejores servicios sin la preocupación de las restricciones de direccionamiento que tiene la antigua versión. Soportando nuevas iniciativas tecnológicas como las ciudades inteligentes, internet de las cosas (IoT), aplicaciones y desarrollo de plataformas para la prestación de servicios.
- Mejora en la seguridad: esta se incrementa en virtud de la nueva arquitectura del protocolo que incorpora nuevos mecanismos de protección y la no fragmentación de los paquetes por enrutadores intermedios.
- Eficiencia, simplicidad y menor costo: una autoconfiguración gestionada y completamente autónoma permite una gran facilidad en la administración de la red de telecomunicaciones, como, por ejemplo, ante un cambio de proveedor de acceso a internet. Adicional el evitar practicas hasta ahora comunes como Carrier Grade NAT elude invertir en hardware costoso y complejo de gestionar.
- Mayor velocidad de navegación: el protocolo IPv6 cambia la estructura de su predecesor volviéndose más compacta y fija en tamaño que junto a la identificación de flujo, los encabezados de extensión y la no necesidad de que los equipos intermedios de red fragmenten los paquetes genera mayor velocidad y menos procesamiento de hardware. Puntos clave para aplicaciones sensibles al retardo como las transacciones y los juegos en línea.
- Proceso transparente para el cliente final: el usuario no requiere conocimiento técnico avanzado, siendo el único requisito contar con un dispositivo que soporte este protocolo.
Para llevar a cabo la migración se recomienda utilizar la modalidad dual stack, servicio que permite la conectividad usando uno o ambos protocolos de enrutamiento.
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