Soluciones de Valor en Servicios sobre Internet (Networking) y Cloud Computing

El escenario actual y futuro
Sin duda alguna, las siglas WFH, que significan “Work From Home” o “Trabajo desde casa”, han desplazado silenciosamente al concepto de teletrabajo.
Los Road Warriors se han convertido en “Home Roamers” y no pocos de ellos se sienten obligados a tomar en serio la expresión de hace unas décadas “Work from anywhere” debido a la competencia interna por el ancho de banda.
Al respecto, los servicios de CASB (Cloud Application Security Brokers) se encuentran en primer plano en el caso de las empresas que han apostado por tener parte de sus aplicaciones de negocio en la nube, por ejemplo, el CRM y el ERP por mencionar solamente dos. Muchas empresas ya tienen desde hace buen tiempo, el correo corporativo y sus portales de clientes en la nube, por cierto.
Las opciones más socorridas para sobrevivir trabajando desde casa (para los que tienen la suerte de hacerlo y no han sido despedidos) van desde lo autoritario hasta lo reflexivo, por ejemplo, usando para el trabajo una conexión inalámbrica que usaban en el campo, basad en LTE y de ser posible, con la opción de WiFi apagada y conectando el dispositivo directamente a un puerto USB.
En la mayoría de los casos, funciona muy bien para todo el tráfico normal e incluso para el tráfico de cuasi-tiempo real, como las conferencias de audio y las video conferencias por internet. Se puede dejar el chat del celular y otras aplicaciones sociales en la red del hogar sin problemas, o incluso, suprimir disciplinadamente las interacciones sociales en el horario de trabajo.
Es en este preciso punto donde las aplicaciones en internet ayudan a la empresa en la parte más difícil del trabajo en casa: Las métricas de horas trabajadas y la productividad del empleado que pasa de trabajar normalmente en la oficina, a trabajar en casa.
Estos servicios requieren una cuenta de la empresa y la instalación de agentes bastante sencillos en las computadoras de los empleados. Y ciertamente, no es ilegal monitorear el trabajo remoto de los empleados.
El cemento que unirá los ladrillos: La seguridad
Sin duda que las empresas que tengan la posibilidad de activar el trabajo desde casa de sus empleados tendrán un menor impacto económico al final de la crisis pandémica, sin olvidar que sus trabajadores gozarán del privilegio de seguir produciendo y, por ende, cobrando su salario, cosa bastante notable luego de aprobarse la “Suspensión Perfecta”, que afectará a todos los empleados que no puedan trabajar sin distanciamiento social.
Por supuesto, toda desgracia es una fuente de oportunidades para alguien más, la historia y la histeria nos lo han demostrado de manera cíclica, al punto de que es casi un principio fundamental de la economía.
Dentro de los altamente probables beneficiarios, se encuentran ciertamente los criminales cibernéticos, que desde el inicio de la pandemia han desarrollado estrategias más agresivas, como el phishing pornográfico, donde mandan un correo exponiendo una supuesta intercepción del tráfico del cliente y amenazan con publicarla en las redes sociales mostrando además la cara de satisfacción de la víctima capturada mediante su propia cámara y en pantalla dividida. Como siempre, el supuesto chantajista pide una suma en Criptomonedas, y otorga un plazo normalmente perentorio y corto para satisfacer sus demandas.
Una amenaza de este tipo no pasaría los sistemas de seguridad del correo en muchas grandes empresas, pero el caso no es tan sencillo en las pequeñas y medianas, sobre todo si usan VPNs con túneles divididos. En estos casos, el tráfico empresarial viaja por la VPN hasta la empresa y allí se somete a los requisitos de seguridad establecidos, mientras que el tráfico hacia internet del empleado va directamente a través de su ISP. Las razones para este modelo son discutibles pero, entre otras, tenemos que de esa manera no se usa ancho de banda empresarial en el tráfico personal del empleado.
Por razones de retención de talento se considera propicio no privar al empleado de mantener sus actividades sociales en internet ni monitorearlas, lo que es aprovechado por el crimen cibernético organizado para atacar con más agresividad y frecuencia.
Aquí entra en juego el control y aseguramiento del terminal del empleado, con todas las variantes y problemáticas que pueda representar, como diversidad de modelos y sistemas operativos, equipo empresarial o BYOD, terminal dedicado o compartido con la familia del empleado, capacidad de soportar el ancho de banda agregado por la capa de control al tráfico existente (streaming de video, aplicaciones de redes sociales, videoconferencia familiar, llamadas por internet, descargas, atención de los hijos a la educación no convencional, etc.).
Para la empresa sería ideal contar con herramientas de control de terminales de trabajo que se adapten a su arquitectura de seguridad y no creen una singularidad que, a su vez, requiera nuevo entrenamiento o más personal. En ese sentido, todos los fabricantes tienen un socio estratégico adecuado y algunos pocos tienen la solución en su propio portafolio.
Las necesidades de cada empresa y el tiempo que dispongan para implementar estas medidas es el principal factor de decisión en una época particularmente difícil para las metas de ventas de todas las industrias.
Evolución: supervivencia del que mejor se adapte, no del más fuerte
Muchas personas sin saberlo citan erróneamente a Charles Darwin al afirmar que la evolución significa la supervivencia del más fuerte, cuando en realidad es la supervivencia del que mejor se adapta a los cambios del ambiente.
Efectivamente, no es la fuerza y el poder lo que determina la supervivencia cuando ocurren cambios bruscos en la estabilidad del ambiente de una especie, como lo fue en el caso de los dinosaurios.
El paralelo con las empresas de todo tipo es válido desde que Darwin publicó su libro “El Origen de las Especies”, en especial desde que incluyó el término “Evolución” en su sexta edición de 1872. Las empresas de entonces y las actuales han venido evolucionando ciertamente desde el origen mismo del comercio.
¿Cuál es la diferencia? Sin duda alguna el tiempo: mientras los paradigmas tecnológicos tardaban siglos en ser desplazados, en la actualidad, los cambios pueden ser en periodos brutalmente cortos, como podemos observar en las cuarentenas y medidas de aislamiento social que estamos experimentando.
Las empresas y los integradores que se adapten mejor a nuestro nuevo estilo de vida por los siguientes 18 meses, por lo menos, serán los sobrevivientes de la era Covid-19.
Un respiro para el ambiente
Me parece innecesario comentar en detalle lo que está ocurriendo en “la Tierra sin humanos”. Creo que hasta el más escaso de neuronas se dará cuenta de que la actividad industrial frenética y el agotamiento de recursos naturales son la causa del calentamiento global, el cual es un acelerador (aunque no la causa) del cambio climático.