Las nuevas exigencias de la IA: rediseño de los centros de datos para un futuro más inteligente

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Por Alex Brew, director regional de Vertiv para el norte de Europa

El auge de la inteligencia artificial (IA), impulsado por GenAI, está transformando el panorama de los centros de datos, empujándolos hacia un nuevo territorio que exige más que solo pequeñas actualizaciones.

Según el analista Gartner, se espera que el gasto en sistemas de centros de datos crezca un 24 por ciento en 2024, debido en gran medida a una mayor planificación para GenAI. A medida que la IA se vuelve parte integral de las operaciones comerciales, los centros de datos deben evolucionar desde sus diseños tradicionales para adaptarse a los requisitos únicos de esta tecnología. El desafío ahora es repensar el diseño y la operación de la infraestructura desde cero, preparando los centros de datos para manejar las cargas de trabajo de IA actuales y los rápidos avances del mañana.

El cambio de una infraestructura tradicional a una infraestructura optimizada para IA

Los centros de datos tradicionales se diseñaron teniendo en mente la computación de propósito general. Su infraestructura suele estar construida en torno a servidores, almacenamiento y componentes de red estándar que funcionan bien para cargas de trabajo convencionales. Sin embargo, la IA requiere algo completamente diferente. La intensidad computacional de los modelos de IA, especialmente los que se utilizan en el aprendizaje automático y el aprendizaje profundo, requiere una nueva generación de entornos de computación de alto rendimiento (HPC) que puedan admitir capacidades de procesamiento paralelo masivo.

Para respaldar la IA, los proveedores de TI están evolucionando su enfoque del hardware. Esto incluye la integración de unidades de procesamiento gráfico (GPU) más potentes, unidades de procesamiento tensorial (TPU) y otros aceleradores especializados diseñados para cargas de trabajo de IA.

Pero no se trata solo de añadir máquinas más potentes, sino de rediseñar todo el centro de datos para permitir que estos sistemas funcionen a su máximo potencial. Esto implica reevaluar todo, desde la densidad de los racks hasta la disposición del cableado, el medio de refrigeración y la distribución de la energía para lograr un rendimiento y una eficiencia óptimos.

Redefiniendo las estrategias de enfriamiento para las cargas de trabajo de IA

Uno de los desafíos más inmediatos que presenta la IA es el aumento significativo de la emisión de calor. Los racks de alta densidad llenos de GPU y otros aceleradores pueden generar mucho más calor que los racks de servidores tradicionales, lo que requiere un replanteamiento completo de las estrategias de refrigeración.

Aunque los métodos tradicionales de refrigeración por aire no son redundantes, pueden resultar insuficientes para las cargas de trabajo de IA. Esto está llevando a los centros de datos a explorar soluciones avanzadas como la refrigeración líquida, que puede manejar cargas térmicas más altas de manera más eficaz y funcionar junto con la refrigeración por aire. Según el analista de la industria Dell’Oro Group, el mercado de la refrigeración líquida podría crecer hasta más de 15 mil millones de dólares en los próximos cinco años.

La refrigeración líquida, ya sea mediante refrigeración directa al chip o por inmersión, ofrece una solución prometedora al transferir el calor del hardware de manera más eficiente. Esto no solo permite que los centros de datos mantengan densidades más altas, sino que también reduce la energía total necesaria para la refrigeración. Además, estos sistemas a menudo se pueden integrar con estrategias de reutilización del calor, donde el exceso de calor se captura y se reutiliza para otras aplicaciones, lo que mejora la eficiencia energética general y la sostenibilidad.

La adopción de estas tecnologías de refrigeración representa un cambio significativo en la forma en que se diseñan y operan los centros de datos. Requiere no solo nuevos equipos, sino también un cambio de mentalidad, ya que los operadores de TI deben considerar las implicaciones térmicas de las implementaciones de IA desde el principio.

Este cambio exige una estrecha colaboración entre los diseñadores de centros de datos, los fabricantes de hardware y los proveedores de soluciones de IA para permitir que todos los aspectos de la infraestructura estén alineados para un rendimiento óptimo.

Impulsando la revolución de la IA: gestión de la demanda energética

Las cargas de trabajo de IA son bien conocidas por su consumo de energía. La gran potencia computacional necesaria para entrenar modelos de aprendizaje profundo o ejecutar simulaciones complejas puede superar fácilmente la disponibilidad energética de los centros de datos tradicionales. Esto ha provocado un aumento de la demanda de hardware más eficiente en el consumo de energía y soluciones de gestión energética que puedan mantener los costos y el impacto ambiental bajo control.

Un enfoque para gestionar estas demandas es el uso de la propia IA para optimizar el uso de la energía. Se pueden emplear algoritmos de aprendizaje automático para gestionar dinámicamente el consumo de energía y ajustar la refrigeración y la distribución de energía en tiempo real para que se adapten a las necesidades de la carga de trabajo. Esto puede generar ahorros significativos en los costos de energía y minimizar la huella de carbono general del centro de datos.

Además, la integración de fuentes de energía renovables, como la solar o la eólica, está cobrando cada vez más importancia. A medida que las empresas y los reguladores presionan para que las operaciones sean más ecológicas, los centros de datos que puedan aprovechar la energía alternativa estarán mejor posicionados para cumplir con estas expectativas. El desafío aquí radica en equilibrar la naturaleza intermitente de las fuentes renovables con la alta demanda de cargas de trabajo de IA, un problema que se puede superar con soluciones innovadoras en el almacenamiento de energía y la gestión de la red para proporcionar servicios de interacción y equilibrio de la red.

Centros de datos preparados para el futuro

A medida que la tecnología de IA continúa evolucionando, los centros de datos deben diseñarse teniendo en cuenta la expansión y la flexibilidad futuras. Las soluciones de vanguardia de hoy pueden convertirse en los cuellos de botella del mañana, por lo que es fundamental diseñarlos teniendo en cuenta la escalabilidad. Esto significa invertir en diseños escalables que se puedan actualizar o ampliar fácilmente a medida que surjan nuevas tecnologías.

Un enfoque prometedor es el uso de centros de datos modulares prefabricados, que se pueden implementar y configurar rápidamente para satisfacer necesidades específicas. Estas unidades se pueden agregar o reconfigurar según sea necesario, lo que permite a los operadores ampliar su escala en función de la demanda. Esta flexibilidad es particularmente valiosa para respaldar las aplicaciones de IA, cuyos requisitos pueden variar ampliamente según el caso de uso.

Los centros de datos también deben ser adaptables, no solo en términos de capacidad, sino también en su capacidad para soportar una amplia gama de cargas de trabajo de IA. Esto podría significar la incorporación de una combinación de clústeres de HPC, recursos de Edge Computing e integración en la nube para manejar diferentes aspectos del flujo de trabajo de IA, desde la ingesta y el preprocesamiento de datos hasta el entrenamiento y la inferencia de modelos.

Un enfoque holístico para los centros de datos preparados para la IA

En definitiva, la transformación de los centros de datos para la era de la IA no se trata solo de actualizar componentes individuales, sino de adoptar un enfoque holístico que replantee todo el ecosistema. Esto incluye la colaboración entre múltiples partes interesadas, desde fabricantes de hardware y desarrolladores de software hasta operadores de centros de datos y proveedores de energía.

La clave de esta transformación es la voluntad de adoptar nuevas tecnologías y metodologías y hacerlo con miras a la sostenibilidad y la eficiencia. El rápido ritmo de desarrollo de la IA implica que los centros de datos deben ser ágiles y estar preparados para adaptarse a medida que surjan nuevos desafíos y oportunidades.

Al final, los centros de datos que triunfen en la era de la IA serán aquellos que se construyan con una comprensión clara de las demandas únicas de la IA, combinada con un compromiso con la innovación y la sostenibilidad. Al rediseñar la infraestructura para respaldar la próxima generación de aplicaciones inteligentes, no solo satisfarán las necesidades actuales, sino que sentarán las bases para las tecnologías inteligentes del futuro.

(datacenterdynamics.com)

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