Cuando la climatización empieza a pensar: IA + CFD en tiempo real en el corazón del data center

La lógica térmica no ha cambiado… pero debería.

Cuando empecé hace más de 20 años en este sector, lo primero que me enseñaron fue que cuanto más frío se le metiera a un Data Center, mejor. Con el tiempo entendí que lo realmente importante es mantener un equilibrio térmico constante y eficiente.

Durante años hemos gestionado la climatización en los data centers como si todo dependiera de los equipos. Un equipo, una sonda, una consigna. Y a partir de ahí, ajustes. Lo justo para mantener la temperatura dentro del rango objetivo. Pero la realidad es que, cuando el sistema crece y aparecen múltiples equipos funcionando en paralelo, algunos de ellos redundantes, ese esquema se vuelve limitado. La información se dispersa y el control pierde precisión.

Cambiar el punto de vista

En lugar de controlar la climatización desde los equipos, hemos propuesto darle la vuelta: controlarla desde el rack. O, más concretamente, desde lo que ocurre justo en la entrada del rack, que es donde realmente importa. A partir de una red de sondas colocadas estratégicamente en esas entradas, alimentamos un sistema de inteligencia artificial que gestiona en tiempo real el comportamiento de todos los equipos de climatización de la sala.

No hablamos solo de encender o apagar. Hablamos de actuar sobre el conjunto, optimizando dos variables clave: el caudal de aire (Q) y el diferencial térmico (?T), que multiplicados entre sí nos dan la potencia térmica real. El consumo eléctrico depende directamente de cómo gestionemos esas dos variables. Y aquí es donde entra la lógica de optimización: priorizar el caudal (Q), es decir, los ventiladores, frente al ?T, correspondiente a los compresores o válvulas de tres vías, ya que el coste energético del compresor puede ser hasta cuatro veces superior.

Un nuevo sistema de control

Tradicionalmente, el caudal se estima mediante presiones diferenciales en suelo o ambiente, o a partir del rendimiento parcial de los equipos. Y el ?T lo regula cada máquina según su propio criterio interno. Eso da lugar a un sistema fragmentado, donde cada equipo actúa según su lógica particular, sin visión de conjunto.

Con este enfoque, el sistema trabaja de forma global. Las sondas de entrada a los racks, distribuidas en forma de matriz, se convierten en el punto de referencia principal. La inteligencia artificial toma los datos en tiempo real y actúa sobre todos los equipos en conjunto, decidiendo dónde es más eficiente producir aire, cómo distribuirlo, qué potencia aplicar y cuándo parar.

El objetivo no es solo alcanzar la temperatura de consigna, sino hacerlo con el menor consumo posible, teniendo en cuenta la eficiencia conjunta, no la de cada máquina por separado.

Además, una de las prácticas más habituales, aunque poco eficientes, en la operación de data centers es el sobreenfriamiento de ciertas zonas para lograr mantener la temperatura deseada en otras más críticas o menos accesibles térmicamente. Esto genera un consumo innecesario y un desequilibrio que, a medio plazo, penaliza el rendimiento global. El sistema que proponemos trata de evitar precisamente ese tipo de soluciones de compromiso, optimizando los flujos de aire para que cada zona reciba lo que necesita, sin exceso ni dependencia de otras áreas.

Un CFD real, vivo y conectado

Durante mucho tiempo, los modelos CFD han servido para entender el comportamiento térmico de un data center en fase de diseño. Simulan, predicen, orientan. Pero al final, son eso: modelos teóricos.

Lo que estamos construyendo ahora se le parece mucho, pero con una diferencia crucial: no es un modelo, es la realidad. El sistema se comporta como un CFD en tiempo real, basado en datos reales, que no solo analiza, sino que actúa. Y lo hace segundo a segundo, con una lógica de control que hasta ahora no habíamos visto aplicada a este nivel.

Esta solución no requiere sustituir instalaciones ni añadir tecnología compleja. Se integra con equipos existentes y se adapta a distintas configuraciones. Lo que cambia no es el hardware, sino la forma de pensar el control.

Lo que estamos aprendiendo

Después de aplicar esta solución en varios entornos, el resultado más claro no es solo el ahorro energético —que existe y es notable—, sino el cambio de mentalidad operativa que implica. Dejar de actuar equipo por equipo y empezar a entender el comportamiento térmico de la sala como un todo. Controlar menos por costumbre y más por criterio. Reducir intervenciones manuales, anticipar desviaciones, estabilizar sin sobreenfriar.

Este enfoque, además, se vuelve más potente cuanto mayor es la sala y más equipos entran en juego. Es ahí donde la inteligencia artificial saca todo su potencial: gestionando complejidad, equilibrando esfuerzos y ajustando en tiempo real, sin necesidad de intervención humana.

Una forma diferente de enfriar

La mayoría de los data centers hoy en día cuentan con equipos eficientes, sensores precisos y sistemas de monitorización avanzados. Pero pocos tienen una lógica de control que conecte todo eso de forma realmente inteligente. Esa es la pieza que queremos aportar: una forma distinta de enfriar, que no se base en más potencia, sino en mejor decisión.

Porque seguir confiando en que cada equipo hará “lo que toca” ya no es suficiente. Lo que necesitamos es que todo el sistema entienda el contexto y actúe como un conjunto coordinado. No automatización por sí misma, sino automatización con sentido.

La inteligencia, en este caso, no está en la máquina. Está en cómo se interpreta la sala. Y ese cambio de enfoque, de los equipos al rack, del control individual al conjunto, de la teoría a la operación real, es lo que realmente marca la diferencia.

(datacenterdynamics.com)

Les estaremos informando con mucho más detalle, en el marco del informe especial: “Soluciones de infraestructura de Data centers y edge computing, componentes activos (UPS, AAC, generadores, tableros eléctricos, PDU) y pasivos (cables, gabinetes, pisos, accesorios, conectores). Climatización y Refrigeración. Ciberseguridad, seguridad (perimétrica y de data) y controles (cámaras, extinguidores
de gas, tableros de acceso). Energía limpia: generadores solares de energía para Data centers. Equipamiento integral para y hacia la nube. Cableado y gestión de cableado estructurado.. Buenas prácticas ambientales», que estamos preparando para nuestra edición 223 y publicaremos en el mes de marzo.

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