La fiebre del oro digital: por qué los inversores apuestan por los centros de datos sostenibles

El auge de la inteligencia artificial está desatando una fiebre, con los centros de datos emergiendo como la columna vertebral de una mina de oro digital. Este auge se refleja en las oleadas de inversión históricas en sus actores principales —en este caso, empresas del sector energético y sus infraestructuras— marcando así la próxima era de crecimiento.
Para los inversores, los centros de datos representan una frontera de alto valor en la intersección entre la IA, la eficiencia energética y la innovación. Sin embargo, el éxito requiere más que expansión: requiere priorizar soluciones resilientes, escalables y energéticamente inteligentes.
Convertir la lucha por la energía en una oportunidad
A principios de la década de 2000, la ubicación de los centros de datos dependía principalmente del acceso a conexiones ópticas de alta velocidad y de la proximidad a la comunidad a la que servían. Hoy en día, la principal restricción es la disponibilidad de energía, el uso de chips más voraces en consumo energético y el cambio de la computación en la nube a la computación en el borde (edge computing).
Según Goldman Sachs, se prevé que la demanda global de centros de datos aumente un 165% hasta alcanzar los 122 GW en 2030. Por su parte, McKinsey es más optimista y proyecta que la capacidad global de centros de datos crecerá un 300%, hasta los 219 GW en 2030.
Es evidente que existe mucha incertidumbre en torno al crecimiento de los centros de datos, y la realidad probablemente se sitúe en un punto intermedio. Lo que sí está claro es que los centros de datos requieren mucha energía. En EE. UU., el Departamento de Energía prevé que los centros de datos representen entre el 6,7% y el 12% del consumo total de electricidad del país en 2028, frente al 4,4% en 2023. Según Goldman Sachs, este crecimiento podría más que duplicar las emisiones de dióxido de carbono de los centros de datos en EE. UU.
Las recientes noticias sobre DeepSeek aumentan la incertidumbre en torno al crecimiento de los centros de datos y la demanda energética asociada. La startup china lanzó un modelo que requería sustancialmente menos entrenamiento y menos chips que sus competidores, mientras lograba un rendimiento similar. Por el momento, no está claro si el avance de DeepSeek moderará la demanda de centros de datos o si las ganancias de eficiencia se verán compensadas por un aumento aún mayor de la demanda, un fenómeno conocido como la Paradoja de Jevons.
Lo que sí es evidente es que los centros de datos representan una fiebre del oro moderna, con un gasto anual estimado de 300.000 millones de dólares. En EE. UU., algunos gigantes tecnológicos han anunciado el proyecto Stargate, con el que pretenden invertir 500.000 millones de dólares en infraestructura de IA en los próximos cuatro años.
En Europa, Ursula von der Leyen respondió anunciando 50.000 millones de euros para su European AI Champions Initiative en la Cumbre de la IA de París. Por su parte, el presidente Emmanuel Macron ha confirmado un plan de inversión de 109.000 millones de euros para la IA en Francia.
Ante el creciente consumo energético y la necesidad crítica de un suministro ininterrumpido, las soluciones energéticas innovadoras y limpias para los centros de datos se han convertido en una prioridad urgente. Apoyar a los emprendedores emergentes y a las startups de cleantech en este ámbito se vuelve esencial para garantizar la viabilidad a largo plazo de la infraestructura digital actual.
Sistemas que toman parte en la ecuación
De hecho, las tecnologías emergentes están desempeñando un papel crucial para desbloquear la sostenibilidad en los centros de datos, y algunas de las soluciones más prometedoras abarcan el almacenamiento de energía, los sistemas de recuperación de calor, las microrredes, los métodos alternativos de generación y la optimización energética impulsada por IA.
Entre estas, los supercondensadores destacan como una de las tecnologías más transformadoras para la gestión energética de los centros de datos. A diferencia del almacenamiento en baterías tradicional, ofrecen ciclos de carga y descarga ultrarrápidos para satisfacer la necesidad de un suministro ininterrumpido de energía en sobrecargas de trabajo motivadas por la IA. Gracias a su entrega optimizada de energía, su rápida respuesta y su capacidad para manejar altas cargas, los supercondensadores superan las limitaciones de las baterías convencionales y pueden aumentar la potencia de cálculo hasta en un 40%.
Para suministrar energía renovable 24/7 a los centros de datos, los sistemas de baterías de respaldo combinados con supercondensadores siguen siendo importantes, ya que ayudan a equilibrar las fluctuaciones de la energía renovable. Junto a ellos, las tecnologías innovadoras en sistemas de recuperación de calor permiten a los centros de datos reciclar y redistribuir el exceso de calor, ya sea para mejoras internas de eficiencia o para aplicaciones de calefacción urbana.
Las soluciones energéticas fuera de la red (off-grid) también están ganando terreno para abastecer a los centros de datos. La energía oceánica ofrece una opción renovable para la generación continua de carga base, y cada vez más centros de datos están firmando acuerdos de compra de energía (Power Purchase Agreements) directamente con generadores de energía renovable. Al gestionar grandes volúmenes de datos, la IA está preparada para transformar el sistema energético, desde la verificación en tiempo real del uso de energía renovable hasta la gestión inteligente de las redes eléctricas.
Encontrar oro en los centros de datos
Para los inversores, el momento de actuar es ahora. La convergencia del crecimiento de la IA, los requisitos de sostenibilidad y las limitaciones energéticas convierte al sector de los centros de datos en una de las áreas más críticas y prometedoras para invertir. Con estimaciones que sugieren que hay hasta 10 billones de dólares de valor económico global en juego, quienes logren aportar soluciones innovadoras pueden obtener grandes beneficios.
A medida que la demanda de centros de datos siga aumentando, debemos asegurarnos de que los proyectos del futuro se construyan sobre una base de sostenibilidad. Las empresas que tendrán éxito serán aquellas que reconozcan la necesidad de innovación estratégica hoy.
Los próximos cinco años definirán los centros de datos y el panorama de la infraestructura digital durante décadas, así que es hora de que los inversores empiecen a aprovechar la oportunidad.
(computerworld.es)
Les estaremos informando con mucho más detalle, en el marco del informe especial: “Soluciones de infraestructura de Data centers y edge computing, componentes activos (UPS, AAC, generadores, tableros eléctricos, PDU) y pasivos (cables, gabinetes, pisos, accesorios, conectores). Climatización. IA y Ciberseguridad. Buenas prácticas ambientales», que estamos preparando para nuestra edición 216 y publicaremos en el mes de octubre.
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