Estrategias circulares para centros de datos

Los residuos electrónicos se han convertido en uno de los flujos de residuos de más rápido crecimiento a escala mundial, impulsados por la rápida innovación, la reducción de los ciclos de los productos y la incesante demanda de infraestructuras digitales. Para los operadores de centros de datos, el reto se intensifica. Las instalaciones funcionan con ciclos de actualización constantes para mantener el rendimiento, la resistencia y la seguridad. A medida que los servidores, el almacenamiento y los equipos de red envejecen, a menudo se sustituyen al por mayor, y la tarea de gestionar lo que sale de los bastidores puede parecer un efecto secundario inevitable de mantener la competitividad.
Un enfoque circular rompe con el modelo lineal de consumir y desechar. En su lugar, hace hincapié en la reutilización, el reacondicionamiento, la refabricación y el reciclaje, manteniendo los equipos y componentes en uso productivo durante más tiempo. En el contexto de los centros de datos, esto se traduce en estrategias de infraestructura diseñadas para que el final de un ciclo se convierta en el comienzo de otro.
La práctica circular en la gestión de infraestructuras informáticas aporta más que beneficios medioambientales. También aporta eficiencia operativa y ayuda a reducir los riesgos y costes derivados del continuo cambio de hardware.
Alargar la vida útil de los activos
Retrasar el punto de obsolescencia sigue siendo una de las formas más directas de reducir los residuos en una instalación. Mediante la supervisión proactiva, las actualizaciones de firmware y la optimización de la configuración, los operadores pueden obtener más rendimiento de los equipos antes de que se jubilen. Las herramientas de gestión avanzadas ayudan a identificar con antelación los servidores o unidades de almacenamiento de bajo rendimiento, de modo que puedan tomarse medidas correctivas como la actualización de componentes o la reasignación a una función menos exigente antes de dar por perdido el dispositivo.
El mantenimiento preventivo también desempeña un papel importante. Al igual que ocurre con la maquinaria industrial, los sistemas de los centros de datos responden bien a las inspecciones periódicas. Detectar fallos en las unidades, problemas térmicos o firmware obsoleto antes de que alcancen una fase crítica protege no sólo los datos que contienen, sino también la continuidad general del servicio. Prolongar la vida útil de los equipos básicos contribuye directamente a reducir el coste total de propiedad y facilita las operaciones en toda la instalación.
Eliminación responsable
Cuando los equipos se degradan físicamente o dejan de ser compatibles con las normas actuales de seguridad y rendimiento, salen del ciclo. Sin embargo, la eliminación no tiene por qué significar desecho. Dentro de un marco circular, el objetivo es recuperar valor al tiempo que se limita el daño medioambiental.
Eso incluye recuperar materiales como el cobre, el aluminio, el oro y los elementos de tierras raras de los servidores y el hardware de red, reduciendo la dependencia de la minería, que consume mucha energía. También exige la manipulación segura de elementos peligrosos, ya que las baterías, placas y unidades de visualización suelen contener sustancias como plomo o cadmio que requieren procesos especializados.
En este sentido, los socios de reciclaje certificados son esenciales. Sus servicios abarcan la destrucción segura de datos junto con la recuperación responsable de materiales y el desmantelamiento, en consonancia con normas internacionales como la Directiva RAEE. Para los centros de datos, donde los volúmenes de hardware son elevados y las obligaciones de seguridad estrictas, trabajar con socios de confianza garantiza el cumplimiento de la normativa, reduce el impacto ambiental y protege la información confidencial.
Planificación para un crecimiento sostenible
La infraestructura digital se está ampliando rápidamente, con un aumento de las cargas de trabajo de IA y una mayor densidad de computación que determinan las decisiones de inversión. Un crecimiento a tal escala puede generar residuos innecesarios a menos que la sostenibilidad se integre en la planificación. El pensamiento circular permite ampliar la capacidad sin bloquear las instalaciones en una rotación perpetua de hardware.
Los operadores pueden incorporar flexibilidad a los ciclos de renovación trabajando con proveedores que diseñen plataformas modulares o adoptando modelos basados en servicios que incorporen mantenimiento, reacondicionamiento y recuperación. Estos modelos crean una visibilidad más clara de los costes al tiempo que reducen los volúmenes de residuos a lo largo del tiempo.
La planificación sostenible también implica una evaluación continua. En lugar de optar por la sustitución total, las instalaciones pueden comprobar si los activos siguen cumpliendo los requisitos operativos mediante la reconfiguración, las mejoras o la reasignación de funciones. Este tipo de enfoque iterativo ofrece a los operadores una forma de adaptar la innovación a la responsabilidad, garantizando que la capacidad siga el ritmo de la demanda sin descartar equipos prematuramente.
Un cambio estratégico
La transición a prácticas circulares es más que un gesto medioambiental. Para los centros de datos, se trata de un cambio estratégico en la forma de adquirir, mantener y retirar la infraestructura. Prolongar los ciclos de vida, redistribuir los equipos internamente, renovarlos cuando sea posible y garantizar un reciclaje seguro y responsable al final de su uso contribuyen a un funcionamiento más resistente en un sector con recursos limitados y estrictamente regulado.
Asociarse con un proveedor de TI gestionada que aplique principios circulares en todo el ciclo de vida de la tecnología puede ayudar a los operadores a lograr este cambio. Desde la selección de infraestructuras reparables hasta el mantenimiento de sistemas y la coordinación de la eliminación segura al final de su vida útil, la experiencia adecuada garantiza que la sostenibilidad se alinee con el rendimiento. Para los centros de datos que se enfrentan a normativas más estrictas, mayores demandas energéticas y un escrutinio cada vez mayor, la adopción de prácticas de economía circular está pasando de ser una aspiración a una necesidad operativa.
Les estaremos informando con mucho más detalle, en el marco del informe especial: “Soluciones de infraestructura de Data centers y edge computing, componentes activos (UPS, AAC, generadores, tableros eléctricos, PDU) y pasivos (cables, gabinetes, pisos, accesorios, conectores). Climatización y Refrigeración. Ciberseguridad, seguridad (perimétrica y de data) y controles (cámaras, extinguidores
de gas, tableros de acceso). Energía limpia: generadores solares de energía para Data centers. Equipamiento integral para y hacia la nube. Cableado y gestión de cableado estructurado.. Buenas prácticas ambientales», que estamos preparando para nuestra edición 223 y publicaremos en el mes de marzo.
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