Control de la nube: la clave para centros de datos más ecológicos y eficientes

Los centros de datos han sido durante mucho tiempo la espina dorsal de las operaciones empresariales, alimentándolo todo, desde los sistemas internos hasta las aplicaciones orientadas al cliente. Sin embargo, con el aumento de la demanda de datos, el envejecimiento de las infraestructuras y la creciente presión para reducir las emisiones, el modelo tradicional de centro de datos está llegando a sus límites.
La computación en la nube es la solución. Además de su potencial para satisfacer las demandas de computación de alto rendimiento (HPC), la nube es cada vez más crucial para que las organizaciones reconsideren sus estrategias de centros de datos, no solo para ahorrar dinero, sino también para operar de forma más flexible y sostenible.
Integración en la nube: Reducción de costes y complejidad
Operar un centro de datos tradicional en las instalaciones es caro. Las empresas deben pagar por el hardware, la refrigeración, los inmuebles, el mantenimiento y el personal cualificado. Y estas instalaciones suelen estar dimensionadas para los picos de demanda, lo que significa que un porcentaje significativo de la capacidad del servidor suele quedar sin utilizar. La computación en nube ofrece una alternativa. Al integrar los servicios en la nube con las operaciones de los centros de datos existentes, las empresas pueden ampliar o reducir su capacidad según sus necesidades, pagando sólo por lo que utilizan.
Para aprovechar plenamente estas ventajas de costes, las empresas deben adoptar prácticas de FinOps: la disciplina de aunar ingeniería, finanzas y operaciones para optimizar el gasto en la nube. Sin ella, los costes de la nube pueden dispararse rápidamente, especialmente en entornos híbridos. Pero, con FinOps, las organizaciones pueden prever la demanda con mayor precisión, optimizar el uso y garantizar que cada libra gastada aporte valor.
Sostenibilidad: La otra ventaja de la nube
Aunque la eficiencia de costes es una poderosa motivación, la sostenibilidad se ha convertido en una prioridad igualmente urgente. Los centros de datos son grandes consumidores de energía; de hecho, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha descubierto que los centros de datos y las redes de transmisión de datos representan entre el 1% y el 1,5% del consumo mundial de electricidad. Sólo los sistemas de refrigeración pueden representar casi el 40%.
Y la demanda no hace más que crecer. La AIE prevé que el consumo eléctrico de los centros de datos podría más que duplicarse de aquí a 2030, alcanzando unos 945 teravatios-hora (TWh). Eso es más que todo el consumo eléctrico de Japón en la actualidad.
Los proveedores de la nube, especialmente los hyperscalers como AWS, Microsoft Azure y Google Cloud, están a la cabeza de la innovación sostenible. Están invirtiendo mucho en infraestructuras ecológicas, energías renovables, refrigeración eficiente y hardware de bajo consumo. Al trasladar a la nube las cargas de trabajo que consumen mucha energía, las empresas pueden reducir la carga de sus instalaciones locales, disminuyendo el consumo de energía y la demanda de refrigeración. Esto significa menos emisiones, mayor vida útil del hardware y menos residuos electrónicos.
Las plataformas en nube facilitan un uso más eficiente de los recursos informáticos. Aunque la infraestructura permanece en línea, los hyperscalers pueden repartir las cargas de trabajo entre muchos clientes, manteniendo su hardware más ocupado y productivo. La ventaja es que los hyperscalers pueden distribuir las cargas de trabajo entre varios clientes y gestionar la capacidad a gran escala, lo que les permite apagar el hardware cuando no está en uso. En comparación con los centros de datos tradicionales, que suelen utilizar servidores infrautilizados las 24 horas del día, este modelo compartido mejora la eficiencia energética en general.
Nube e IA: optimizar el rendimiento de los centros de datos
La combinación de computación en nube e inteligencia artificial (IA) está remodelando aún más las operaciones de los centros de datos. La IA puede analizar el uso de la energía, detectar ineficiencias y recomendar ajustes en tiempo real. Pero ejecutar estos modelos in situ puede consumir muchos recursos. Los servicios de IA basados en la nube ofrecen una alternativa más eficiente.
Google, por ejemplo. Al aplicar la IA a los sistemas de refrigeración de su centro de datos, redujo el consumo de energía hasta en un 40%. Otras organizaciones pueden aprovechar herramientas similares a través de la nube para controlar la temperatura, la humedad y los patrones de carga de trabajo y ajustar automáticamente la refrigeración, el equilibrio de carga y la distribución de energía.
¿Cuál es el resultado? Operaciones más inteligentes, costes más bajos y una menor huella medioambiental.
Consideraciones clave para la transformación del centro de datos en la nube
Por supuesto, el paso a la nube no se produce de la noche a la mañana. La migración requiere planificación, inversión y gestión del cambio a largo plazo. Entonces, ¿qué deben tener en cuenta las empresas al iniciar su viaje de transformación a la nube?
- Empezar poco a poco y de forma estratégica. Céntrese en cargas de trabajo no sensibles, como copias de seguridad, recuperación ante desastres o nuevas cargas de trabajo como análisis de IA. Estas victorias rápidas pueden ayudar a impulsar una transformación más amplia.
- Aproveche al máximo los recursos disponibles. Muchos proveedores de nube ofrecen incentivos como créditos de migración, precios con descuento y asesoramiento para facilitar la transición.
- Y no olvide las FinOps. La integración en la nube no es un proyecto aislado; es un proceso continuo que requiere una supervisión y colaboración continuas entre los equipos para mantener el rumbo.
Un futuro híbrido
El futuro de los centros de datos no es cien por cien nube o cien por cien local: es híbrido. La computación en nube ofrece a las organizaciones la flexibilidad para escalar, las herramientas para optimizar y la oportunidad de operar de forma más sostenible.
Combinando las tecnologías en la nube con una sólida gobernanza financiera y un enfoque centrado en la sostenibilidad, las empresas pueden convertir sus centros de datos de centros de costes estáticos en activos ágiles, eficientes y conscientes del clima.
No se trata sólo de ahorrar dinero, sino de construir un futuro digital más inteligente y ecológico.+
(datacenterdynamics.com)
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