Sony Ericsson
Inmersa en un proceso de redefinición de sus actividades y estructura tras sus malos resultados financieros y su pérdida de posición en el mercado frente a los principales fabricantes coreanos, la joint-venture sueco-japonesa presenta su primer terminal basado en Android, el sistema operativo creado por Google para el mundo de la telefonía móvil.
Estética y funcionalmente, el nuevo Xperia X10 se sale de los cánones que han marcado los dos primeros modelos de la serie, el X1 y X2, ya que es ligeramente más grande (el X1 era un prodigio de pequeñez pese a llevar incluido un completo teclado QWERTY, algo que ya de por si abulta bastante), no incluye el teclado deslizable de los demás modelos, y su pantalla es mayor que en los casos anteriores.
Hasta ahora, Sony Ericsson había apostado por la plataforma Windows Mobile de Microsoft, pero con este terminal entra en el mercado de Android, cada día más al alza, llevando a cabo la misma estrategia que otras como Acer o Motorola están desarrollando: equipar a alguno o algunos de sus modelos de gama alta con la plataforma de Google mientras mantienen sus plataformas tradicionales para los demás terminales.
Con el X10, la multinacional sueco-japonesa parece buscar también el golpe de efecto que la saque del pozo en el que ha caído debido a la desconexión que sufre con el público y los malos resultados económicos derivados de ello. El fabricante no pasa por un buen momento, y pese a haber conseguido menos pérdidas de las esperadas en los últimos resultados económicos, aún no consigue reflotar. Es la misma estrategia que en su momento adoptó la norteamericana Motorola y parece que por el momento le va bien: se está recuperando, vuelve a disfrutar del favor del público y acapara portadas de los medios especializados.