El futuro de Facebook cuando cotice en bolsa
LinkedIn salió a bolsa con mucho éxito hace unas semanas y sus acciones empezaron a cotizar 84% por encima del precio inicial el día de su estreno. Las acciones de la empresa siguieron subiendo y cerraron la jornada contabilizando un total impresionante e inesperado de US$9.000 millones.
El año que viene, siguiendo los pasos de LinkedIn, se espera que Facebook salga a bolsa. Más allá de la especulación acerca del significado que tiene la exitosa OPV de LinkedIn para Facebook u otras redes sociales como Zynga, Groupon y Twitter, los expertos se preguntan de qué manera esto afectará a la empresa. Cuando sus acciones se estén negociando en el parqué, la empresa estará expuesta a análisis más detallados y a un nivel de transparencia que podrá revelar sus puntos débiles.
«De repente, todo el mundo tendrá acceso al negocio de Facebook, a su rentabilidad, a los factores de riesgo de la empresa y de qué modo se gestiona y se dirige», señala Luke Taylor, profesor de Finanzas de Wharton.
El mismo día que LinkedIn hizo su debut en bolsa, Sheryl Sandberg, directora de operaciones de Facebook, dijo que la OPV de Facebook era «inevitable». «Es un proceso por el que todas las compañías deben pasar», dijo ella durante la Reunión de Tecnología Global de Reuter, según un informe de prensa. «Ese será el próximo paso de la empresa. Las personas nos preguntan siempre si se venderá Facebook. Ahora ya no lo preguntan…Nadie nos va a comprar; vamos a salir a bolsa».
Puede que Facebook no tenga otra opción. Según las normas de la autoridad bursátil de EEUU (SEC), toda empresa privada con más de 499 accionistas está obligada a divulgar información sobre sus actividades financieras. El Wall Street informó, en sus ediciones del 1 de mayo, que los beneficios de Facebook, libres de intereses, impuestos, depreciación y amortización pueden llegar a los US$2.000 millones en 2011. En enero, Goldman Sachs y la empresa de inversiones rusa Digital Sky Technologies invertirán 500 millones de dólares en Facebook, elevando el valor de la empresa en 50.000 millones. El negoció permitirá a los clientes privados de Goldman invertir en un vehículo especial que tiene en su porfolio acciones de Facebook, en vez de comprar directamente acciones de la empresa. Esta estructura despertó dudas: ¿Entrará para la SEC ese tipo de inversión en la categoría de un solo inversor o de varios? A continuación se especuló mucho si Facebook había sobrepasado la cifra de 499 accionistas, cuyos inversores estarían constituidos por empresas de capital riesgo y fondos mutuos dirigidos por T.Rowe Price. Se comentaba que Facebook se había reunido numerosas veces con banqueros para discutir la cronología de la OPV de la empresa. Los rumores son que la apertura de capital tendría lugar en abril de 2012.
Aunque los capitalistas de riesgo de Facebook probablemente defiendan un «evento de liquidez» para hacer caja, Facebook, a lo largo de su historia, nunca ha demostrado ninguna prisa por salir a bolsa. Junto con Zynga, Twitter y Groupon, las acciones de Facebook, ya están siendo negociadas en mercados privados cuyas transacciones están limitadas a los trabajadores, instituciones cualificadas, y financiadores de patrimonio líquido elevado. La SEC está investigando mercados privados como SharesPoint y SecondMarket, en buena medida exentos de regulación, pero que están creciendo de manera significativa a medida que los trabajadores y los primeros inversores tratan de participar en el éxito de Facebook y de otras superestrellas de los medios sociales. Las acciones de Facebook son de las más negociadas en SharesPost, con un valor implícito de más de US$70.000 millones. Los ingresos de Facebook en publicidad están estimados en aproximadamente US$4.050 millones en 2011, según datos de la empresa de investigación de mercados eMarketer.
«Facebook es un ejemplo de cómo las dinámicas de ofertas públicas de acciones se han transformado en los últimos diez años», señala Kevin Werbach, profesor de Estudios Jurídicos y de Ética en los negocios de Wharton. «La ley Sarbanes-Oxley y otras medidas regulatorias han hecho que las OPVs sean menos interesantes. Además, el crecimiento de los mercados secundarios de acciones privadas alivia un poco la presión para que las empresas emergentes que están creciendo rápidamente salgan a bolsa muy rápido. Desde varios puntos de vista, Facebook es una compañía que cotiza. Está sujeta al escrutinio de los medios, sus ingresos son estudiados minuciosamente y tiene acceso a un volumen importante de capital de inversión, lo mismo que los mercados de capital abierto».
Dada toda la atención que rodea a Facebook, la OPV de la empresa no debe considerarse como una mera formalidad. Así todo, además de una mayor transparencia, la negociación en bolsa de las acciones de la empresa hará que tenga que soportar nuevas presiones para cumplir con los objetivos trimestrales equilibrando al mismo tiempo esas expectativas con su estrategia de crecimiento a largo plazo. La cultura de la empresa tendrá que cambiar a medida que los nuevos trabajadores, ahora millonarios, vendan sus acciones y salgan en busca de pastos más verdes. Por último, Facebook tendrá que mantenerse ágil y lo suficientemente concentrada para conservar la ventaja que la convirtió en un éxito.
¿Hacia una crisis de vida trimestral? El cumplimiento puro y simple de la ley Sarbanes-Oxley puede ser un lastre para Facebook. La ley tiene cláusulas devastadoras en áreas como la auditoria independiente, responsabilidad corporativa, divulgación de informaciones financieras de mejor calidad, conflictos de intereses que tienen que ver con los analistas y la responsabilidad social corporativa. Entre otras cosas, la legislación requiere específicamente que el consejero delegado y los directores financieros respondan personalmente de la exactitud de los informes de beneficios y otras declaraciones financieras. La ley restringe también de manera rigurosa los servicios de consultaría en áreas que no son de auditoría y que sean prestados por auditores externos y empresas cuyos libros sean examinados por ellos. La ley protege a quien informe a la justicia sobre alguna mala práctica llevada a cabo por la empresa y requiere que las firmas de inversión tomen medidas para mejorar la objetividad de los informes por parte de los analistas de valores mobiliarios.
En el caso de Facebook, la empresa tendrá con probabilidad que reajustar los procesos internos como, por ejemplo, las cuentas por pagar y por cobrar, para adecuarse a la ley. La empresa tendrá que contratar a más empleados de perfil administrativo y a abogados para cumplir con las exigencias de la ley, dice Taylor, añadiendo que «Facebook ya es bastante grande, pero la ley Sarbanes-Oxley representa un coste más».
En general, las empresas privadas y relativamente jóvenes, como Facebook, trabajan con procesos más informales que las empresas de capital abierto ya establecidas, señala el profesor de Gestión de Wharton Lawrence Hrebiniak. Por ejemplo, para pagar a alguien actualmente solo basta con la firma de un gerente. La ley Sarbanes-Oxley requiere que haya dos firmas. «El desafío de Facebook será mantener sus principales ejecutivos concentrados en la estrategia y no en las medidas regulatorias», dice Hrebiniak.
Al mismo tiempo, la empresa tendrá que enfrentarse también a lo que Taylor describe como una presión «inmensa» para satisfacer las expectativas de Wall Street para que cierre los trimestres siempre con beneficios. «Toda empresa que abre su capital se ve de repente en la obligación de rendir cuentas a los accionistas y a los fondos de pensiones», dice Taylor. «Los directores y los accionistas tienen una mentalidad diferente del capital riesgo, para quien la empresa tiene que ser ambiciosa y correr grandes riesgos».
En realidad, Google y Amazon, estrellas de OPVs en el pasado, mantuvieron un tira y afloja con Wall Street en sus respectivos primeros informes trimestrales de 2011. Los analistas querían saber si Google sería capaz de gestionar bien sus gastos en un momento en que ha estado contratando mucho y expandiendo su infraestructura. Amazon no alcanzó a cumplir con las estimaciones del primer trimestre porque contrató empleados, aumentó los centros de distribución y su volumen de recursos de informática en previsión de crecimiento futuro. «Es una batalla constante para justificar los gasto de capital», observa Andrea Matwyshyn. «La apertura de capital limitará la flexibilidad que Facebook tiene para invertir en proyectos de largo plazo que no requieren flujos productivos de ingresos».
Para obtener el equilibrio correcto frente a los inversores, Facebook tendrá que contratar un equipo exclusivo para lidiar con cuestiones pertinentes a las relaciones entre analistas e inversores, dice Hrebiniak. «Facebook tendrá que acercarse a los analistas de Wall Street y gestionar esa relación».
Bajo el escrutinio público. Junto con los informes trimestrales de beneficios y las exigencias de la SEC, existe también todo un seguimiento de otro tipo de cosas aparte de los beneficios de Facebook. El salario anual y los bonos del consejero delegado Mark Zuckerberg, considerado el millonario más joven hecho a sí mismo, saldrán a la luz. Los riesgos que mantienen en vela al joven que abandonó sus estudios en Harvard y que se convirtió en el cerebro de Facebook también se harán públicos.
Un grado mayor de apertura puede tener como resultado la interposición de litigios judiciales por varios motivos, desde la privacidad del usuario hasta acciones tomadas por los accionistas, según Matwyshyn, quien predice que las actividades privadas de Facebook, hábitos de seguridad y gastos serán mirados con lupa. «El mayor grado de exposición de Facebook traerá más riesgos legales», dice. «Habrá un mayor nivel de supervisión y de protección al consumidor».
Matwyshyn observa que los bufetes de abogados siempre examinan la documentación exigida en busca de errores o de falta de transparencia. Una empresa del tamaño de Facebook será un objetivo fácil para la presentación de demandas judiciales por parte de los accionistas. Estas acciones, aunque rara vez tienen justificación, pueden ser muy caras de resolver. «El examen cada vez más minucioso de los documentos de la empresa abrirá una caja de Pandora», añade Hrebiniak.
Los competidores de Facebook probablemente examinarán de forma detallada el folleto de la IPO de la empresa en busca de puntos débiles y de ventaja competitiva. «La presentación de los documentos para la OPV de Facebook tendrá sin duda una lectura muy interesante», dice Matwyshyn.
Mientras tanto, la empresa tendrá que ser cuestionada de nuevo sobre el grado de privacidad que ofrece a sus usuarios, el tipo de información personal que obtiene de ellos y de qué modo se usan esos datos. La manera en que Facebook lidia con estas cuestiones afecta su capitalización de mercado, señala Matwyshyn. «La empresa ya ha pasado por momentos difíciles en el pasado en lo que respecta a la privacidad, y esto volverá a pasar. Existe el riesgo de que surjan nuevas dudas sobre el asunto a medida que Facebook vaya perfeccionando su modelo de negocio y se conciencie más en relación a las fuentes de ingresos y la necesidad de alcanzar las metas».
Frente a la presión de Wall Street, Facebook tendrá que concentrarse más en la monetización de sus servicios, dice Raffi Amit, profesor de Gestión de actividades emprendedoras de Wharton. Pero la empresa «necesita tener mucho cuidado, de manera que la necesidad de que sus operaciones se vuelvan lucrativas no afecte de forma negativa su popularidad».
Cultura de millonarios acorralada. Los empleados de Facebook, mientras tanto, «hace tiempo que esperan que llegue este momento», dice Taylor. Sin embargo, después de que cobren, el desafío de Zuckerberg consistirá en motivar a sus tropas. ¿Conseguirán los millonarios de Facebook mantener la motivación? ¿O dejarán la empresa y será necesario contratar a una nueva generación de profesionales?
«La OPV de Facebook será un evento de liquidez formidable para miles de trabajadores», dice Werbach. «Muchos de ellos ya han transformado parte de sus acciones en dinero en los mercados privados secundarios, pero la OPV será un acontecimiento de transferencia sustancial de riqueza. Es difícil mantener en la empresa personas que ganan millones de dólares con sus opciones sobre acciones».
Las OPVs suelen tener como resultado «cambios significativos en la cultura de la compañía», admite Amit. En consecuencia, Facebook pasará por un periodo de transición cuando pase de ser una empresa emergente a cotizar en bolsa.
Zuckerberg parece estarse preparando para esa nueva etapa con la contratación de Sandberg como director de operaciones, una ex ejecutiva de Google. Así todo, Taylor tiene dudas de si Zuckerberg continuará en la dirección ejecutiva de la empresa por mucho tiempo. El podría dejar el cargo y asumir la presidencia de la compañía, o hacer algo más relacionado con la estrategia o la tecnología. Es una estrategia llevada a cabo antes: los fundadores de Yahoo, Jerry Yang y David Filo entregaron a Tim Koogle la dirección de la compañía a medida que se aproximaba el momento de la OPV. Google contrató a Eric Schmidt para la dirección ejecutiva de la empresa y creó un equipo de gestión para actuar en asociación con Page, aunque Page haya asumido posteriormente la dirección ejecutiva de la compañía.
Sin embargo, otros esperan que Zuckerberg continúe como consejero delegado durante un largo periodo de tiempo. El es la «cara» de la empresa, es conocido incluso por aquellos que no entienden de tecnología gracias a la película ganadora de un Oscar La red social, y la donación de 100 millones de dólares al sistema escolar de Newark, en Nueva Jersey.
«Zuckerberg tiene muchas oportunidades de colocar a Facebook bajo «supervisión adulta» como consejero delegado de la empresa. El valor actual de la empresa en el mercado privado se debe a su posición de ejecutivo principal de la compañía, así que no veo cómo la OPV puede cambiar eso», dice Werbach. «Zuckerberg cuenta con ejecutivos experimentados como Sandberg a su lado. Facebook tendrá que incrementar su equipo de gestión en preparación para la apertura de capital, pero sería una sorpresa si Zuckerberg no continuase como consejero delegado durante un buen periodo de tiempo».
Lo mejor que Facebook tiene a su favor en su camino hacia una OPV es su potencial de crecimiento futuro, añade Werbach. «A pesar de tener 600 millones de usuarios y de ingresos anuales de miles de millones de dólares, Facebook es pequeña en relación a las oportunidades que tendrá en el futuro. El desafío de la empresa consistirá en mantener el enfoque en esas oportunidades para cambiar el mundo de verdad y establecer una marca duradera como la de Microsoft y la de Google».
autor
UniversiaKnowledge@Wharton